¿Cómo gestiona los conflictos en su organización?
Tenga en cuenta: está sucediendo en todas las empresas, así que prepárese para enfrentarlo.
Debido a la complejidad actual, los rápidos cambios de velocidad y las interacciones más frecuentes, los conflictos parecen aumentar en todo tipo de niveles en su organización y en diferentes grados. Por lo tanto, todos nos encontraremos en situaciones en las que debemos aprender a sobrellevar y descubrir cómo manejar mejor los conflictos en el trabajo. Los conflictos surgen por lo anterior, además de trabajar con personas con las que quizás compartimos pocos intereses comunes.
¿Cómo podemos calmar los ánimos, restaurar la paz y satisfacer los intereses de todas las partes involucradas para que podamos continuar trabajando juntos de manera constructiva?
Enfócate en el problema y no en la persona
No llegarás a ninguna parte si te enfocas en la persona y lo conviertes en un asunto personal. Más bien, concéntrese en los posibles beneficios para la organización si puede resolver el conflicto en el lugar de trabajo en lugar de en los posibles aspectos negativos si tiene dificultades para hacerlo.
Cuando se trata de conflictos en el trabajo, recuerde que las personas tienden a ver los conflictos de manera muy diferente, tenemos diferentes paradigmas que se basan en nuestra perspectiva individual. Por lo general, ambas partes creen que tienen “razón” y la otra persona está “equivocada”, y es por eso por lo que los conflictos comienzan y escalan en las organizaciones.
Consejo de administración: Trate de averiguar cuál es la razón subyacente. ¿Existe una necesidad o motivación específica de la otra parte? Escuche, haga preguntas y manténgase constructivo/abierto. Asegúrate de identificar la raíz del problema, esa es la única forma de resolverlo.
Promover comentarios constructivos
La retroalimentación en situaciones estresantes y de conflicto tiende a ser breve, dura y poco constructiva. Estamos presionados y emocionales y queremos que se imponga nuestro punto de vista. Nuestros comentarios se vuelven negativos, personales y vagos. Incluso si considera que está siendo claro, permítame darle un consejo basado en mi experiencia personal: usted es el único que piensa así. El tono de voz durante un conflicto puede salirse de control y ser poco profesional. Esta situación dificulta aún más que la otra parte escuche y comprenda el problema real, y la comunicación aumenta o incluso se detiene por completo.
La única forma de volver a la normalidad es: ¡detenerse y retroceder!
Consejo de gestión: escúchense unos a otros, usen un lenguaje decente y constructivo y traten de entender el punto de vista de las otras personas. Trate de mantenerse positivo, brinde detalles y describa cómo lo hace sentir la situación, y ofrezca sugerencias sobre lo que lo ayudaría a resolver el conflicto o aliviar la situación. Encuentre un terreno y una solución comunes. Trabajar en un camino a seguir hacia un objetivo común
Crea canales de comunicación y sé honesto
La sinceridad y la honestidad son los mejores caminos para seguir para cualquier situación y especialmente cuando nos encontramos con situaciones donde hay presión, estrés o tensión.
Sea claro sobre quién es la persona adecuada para hablar y cómo interactuar. Además, cree canales y procesos donde se pueda realizar un seguimiento de los comentarios y donde se pueda recibir y compartir la solución o respuesta. Genera y apégate a las reglas básicas, especialmente sobre cómo y dónde comunicarte, pero también apégate al profesionalismo y la decencia.
Recuerde, al final del día, todo nuestro trabajo se trata de relaciones y personas, y una vez que están heridas o dañadas, todos sufrimos las consecuencias a largo plazo. Los sistemas se pueden reparar; las relaciones pueden tardar mucho más en restablecerse (incluso pueden romperse para siempre).
Las personas son el activo más importante que tenemos, así que asegurémonos de cuidarnos unos a otros.